Mi mamá siempre me dice que le compre algún juguete al perro, pero la verdad es que nunca sé qué comprarle, porque no tengo mucha imaginación. Además, me molesta comprarle cosas porque las rompe a los cinco segundos, y ni siquiera las disfruta. Entonces, ¿para qué?
La última vez que le compré un juguete se lo comió en menos de un día, y lo tuvimos que llevar al veterinario porque le cayó mal (se sintió mal algunos días). Desde ese día no le compré más nada.
Hasta ahora, porque si hoy mismo estuviera en Japón ya le habría comprado este maravilloso juguete que les presento a continuación. Se trata de unos juguetes para morder que pueden entretener tanto al perro como a nosotros.
Son unas grandes bocas con dientes, que tienen diferentes formas. Cuando el perro las muerda por la parte indicada, se creará un efecto curioso que le creará una boca ficticia. El efecto que se produce es genial y muy gracioso.
Hay cuatro bocas diferentes, pero la que más me gusta es la que se está comiendo la pata de pollo. Me parece un juguete divertido, porque por lo menos nos divierte a nosotros también. Se lo compraría a mi perro, pero lamentablemente vivo muy lejos de Japón. ¿Nadie me lo quiere traer a la puerta de mi casa? Les pago, lo juro.
Si entiendes japonés y quieres ver más sobre el producto, puedes visitar la página de venta siguiendo este enlace. No tengo idea de cuánto cuesta, pero no creo que un invento tan caro.
Vía | Foolish Gadgets
